Cherreads

Chapter 50 - Capítulo 46: El Eco del Rey

Roma, Coliseo

La sangre aún cálida de Diavolo descendía como una serpiente silenciosa, abriéndose camino entre las piedras centenarias del Coliseo. Su cuerpo, mutilado por la furia invisible de un Stand que no comprendía, yacía disperso bajo la mirada del nuevo autor de esta historia. King Crimson estaba vencido. El futuro, arrancado de sus manos. El tiempo, doblegado ante una pluma más fuerte.

Leo permanecía en pie, rodeado de los fragmentos humeantes de la batalla. La respiración apenas perturbaba su figura erguida, como si todo aquello —el caos, la sangre, la muerte— fuera parte de un plan escrito desde antes de su llegada.

[OBJETIVO SECUNDARIO COMPLETADO: Eliminación de Diavolo confirmada.]

[ABSORCIÓN EXITOSA: "King Crimson" añadido al Archivo.]

[HABILIDAD ADQUIRIDA: Salto temporal (hasta 10 segundos) + Precognición de eventos próximos.]

[SINERGIA DETECTADA: The World Over Heaven + King Crimson — Acceso al Vacío Temporal. Capacidad de reescribir realidades parcialmente borradas.]

[INFLUENCIA NARRATIVA EN UNIVERSO "VENTO AUREO": 100%.]

Leo cerró los ojos. Un pulso oscuro le recorría la espina dorsal: no era dolor, era… expansión. Como si cada célula comprendiera que el mundo ya no tenía secretos para él. El tiempo se le ofrecía como una flor rota, y él la oprimía con lentitud, destilando su perfume hasta su último aliento.

Lisa Lisa descendió por los escombros del Coliseo con la frente perlada de sudor. El combate había sido brutal, incluso para ella que apenas había intervenido con Silver Threads, utilizando su precisión quirúrgica para atrapar a Epitaph y crear la apertura que Leo necesitaba. Pero ahora, su atención estaba clavada en el hombre que tenía delante.

Leo no era un héroe. No era un Joestar. Pero había ganado.

—Lo hiciste… —murmuró.

—No. Lo deshice —respondió Leo, con una voz tan serena como una lápida recién tallada—. Diavolo no era un enemigo. Era un obstáculo en la redacción del destino. Uno que decidí eliminar del manuscrito.

Unos pasos más atrás, Polnareff se aproximaba. Su nuevo cuerpo restaurado gracias a The World Over Heaven reflejaba su antigua fuerza, pero sus ojos seguían cargados de cicatrices. Observó a Leo como quien observa un cráter recién abierto en la tierra.

—Él... ¿ya no existe?

—Nunca existió fuera de su ilusión —contestó Leo sin emoción—. King Crimson era un parpadeo en el guion. Lo hemos tachado.

Polnareff asintió lentamente, pero sus ojos no dejaban de escudriñar al joven de mirada fría. Sabía que Leo no era solo un combatiente. Era algo mucho más complejo. Y mucho más peligroso.

Pero Leo ya no prestaba atención.

Porque la sintió.

A pocos pasos, cubierta por una lona caída y resguardada en una caja de acero con marcas del grupo de Giorno, se encontraba Coco Jumbo. La tortuga. Mr. President. El refugio dimensional que había sido parte vital de la misión.

Leo se agachó con calma. Ni Lisa Lisa ni Polnareff entendieron de inmediato lo que hacía.

Pero él sabía.

Sabía que esa tortuga contenía una habitación secreta más valiosa que cualquier base. Sabía que Mr. President era un recurso estratégico más importante que cualquier Stand ofensivo. Y sabía que debía ser suya… sin levantar sospechas.

—Una criatura que carga una mansión en su espalda… —susurró, mientras The World Over Heaven se materializaba detrás de él—. Qué apropiado para quien está condenado a cargar universos dentro de sí.

Al rozar la tortuga, The World Over Heaven reescribió las memorias residuales del objeto. En el archivo narrativo del universo, borró su rastro del grupo de Giorno. Alteró la percepción de todos los que la habían tocado: para ellos, Coco Jumbo había desaparecido durante la confusión del combate. Una pérdida menor en medio del caos.

[OBJETO ADQUIRIDO: Mr. President / Coco Jumbo.]

[NUEVO REFUGIO DIMENSIONAL DISPONIBLE.]

[CONDICIÓN NARRATIVA: Nadie en esta línea de tiempo recordará haber poseído este objeto.]

Lisa Lisa lo observó con una mezcla de asombro y cautela.

—¿Cuántos secretos más vas a guardar?

Leo se levantó con la tortuga entre las manos. La miró de reojo.

—Sólo los que puedan convertirse en armas.

Y sin otra palabra, caminó hacia la salida del Coliseo.

Horas más tarde, en una casa solariega abandonada al norte de Roma, la noche era densa y cálida. Leo se encontraba meditando en una sala cerrada. Su Stand había evolucionado. No solo tenía acceso a The World Over Heaven, Killer Queen, y ahora King Crimson. Tenía también Mr. President, y con él, una base móvil segura.

Las habilidades se deslizaban por sus venas como tinta mágica, fluyendo en armonía con su instinto. Entrenaba en silencio, activando en secuencia: explosiones remotas, reescritura de heridas, cancelación de segundos, predicción de eventos cercanos… era una sinfonía de poderes, y él era su único músico.

Lisa Lisa lo observaba desde un rincón. Aún llevaba el uniforme rasgado por la batalla, el cabello suelto, y los ojos fijos en él. Ya no había sólo respeto. Había deseo. No físico, sino emocional. Un hambre por entenderlo. Por tocar aquello que lo hacía intocable.

Esa noche, cuando los cuerpos se entrelazaron en silencio, no fue como antes. Fue más lento. Más humano. Más doloroso. No había palabras. Solo respiraciones compartidas y miradas que no se atrevieron a hablar.

Pero antes de dormirse, Lisa Lisa giró hacia él, como si por fin fuera a decir lo que llevaba tiempo enterrando.

—Leo… creo que estoy empezando a…

—Shhh —interrumpió él, con una mano suave—. Mañana. Lo que digas mañana pesará más.

Y en el silencio posterior, ambos supieron que no era miedo. Era estrategia.

A las 3:33 a. m., el sistema habló.

[DESTINO COMPLETADO: Parte 5 — Vento Aureo.]

[AUTORIDAD NARRATIVA: Nivel Máximo.]

[SE HA DESBLOQUEADO LA SIGUIENTE LÍNEA TEMPORAL.]

[SIGUIENTE UNIVERSO: Parte 6 — Stone Ocean.]

[UBICACIÓN INICIAL: Centro Espacial JFK, Florida.]

[ESTADO DE CONSERVACIÓN DE HABILIDADES: Total.]

[ADVERTENCIA: Influencia Narrativa en Línea Temporal 6: 5%. Necesario incrementar.]

[¿DESEA INICIAR TRANSICIÓN?]

Leo se incorporó. Tomó la tortuga, cubriéndola con un paño gris. Tomó a Lisa Lisa de la mano. Y con una última mirada al cielo de Roma, rasgó la tela del espacio con su autoridad narrativa.

El portal se abrió como un espejo líquido.

Y juntos, cruzaron.

Hacia el futuro.

Hacia Stone Ocean

More Chapters