Los frijoles se habían acabado hacía rato. Kael raspó los últimos restos de la lata; el borde metálico resonaba en el silencio opresivo del apartamento. Tres días. Tres días desde que el cielo se había cuajado, desde que la ciudad se había extendido hasta un horizonte imposible e imponente. El aire mismo se sentía más pesado, cargado de algo indefinible, algo extraño . Arriba, flotaba un «1» rojo , constante y brillante , frío e indiferente, con su enloquecedor cronómetro: 99:23:58:12. Era una cuenta regresiva para… ¿qué? ¿Otro nivel de infierno?
Esto no es una pesadilla. Es simplemente… la vida de ahora. Y es una broma colosal y aterradora.
Se le revolvió el estómago. Hacía días que no veía a nadie. Solo las sombras cambiantes del exterior y los sonidos. ¡Dios mío, los sonidos! Gruñidos guturales, gritos lejanos, los sonidos húmedos y desgarradores que le ponían la piel de gallina. Los "infectados" no eran los clichés desgarbados de las películas; eran rápidos, desesperados y despiadados. Los había visto desde su ventana: figuras demacradas, moviéndose con una sacudida antinatural, como la de una muñeca rota, con los ojos vidriosos.
Necesitaba comida. Urgentemente. La sola idea lo agotaba. Apretó el bate de béisbol oxidado; su peso le resultaba familiar, pero totalmente insuficiente ante el terror exterior. Un gruñido sordo vibró a través de la puerta de su apartamento, seguido de un repugnante ¡PUM !
Aquí vamos de nuevo.
De repente, su visión se apagó. Un panel transparente, casi invisible, floreció ante sus ojos. Era elegante, minimalista, y latía con una tenue luz interior. Sin palabras, sin instrucciones. Simplemente... era ...
A Kael se le cortó la respiración. Parpadeó y se frotó los ojos. El panel permaneció intacto, una delgada y etérea lámina de información. Extendió un dedo con cautela. Lo atravesó sin dejar rastro.
Su mirada se posó en el bate de béisbol. Un tenue contorno azul pareció brillar a su alrededor en el panel. Sin pensarlo conscientemente, su atención se centró en el bate, y el texto se materializó en la pantalla.
[Objeto: Bate de béisbol oxidado (común)]
[Composición: Acero desgastado, corroído]
[Integridad estructural: deficiente]
[Calificación de impacto proyectada: baja]
[Nota: Susceptible a deformación bajo tensión moderada.]
¿En serio? Básicamente me dice que mi arma es basura. Gracias por la opinión no solicitada, pantalla flotante de juicio.
Otro golpe , más fuerte esta vez. Salieron astillas del marco de la puerta. No había tiempo para debates filosóficos con un rectángulo transparente. Tenía que hacer algo. Se concentró, con un impulso primario que lo impulsaba, en el bate, deseando que fuera mejor, que fuera más . El panel brilló, y apareció una sola palabra:
[Comando: Amplificar (x1)]
[Objetivo: Bate de béisbol oxidado (común)]
[Aplicación de modificación: Fortificación estructural]
[Procesando… Completo.]
[Estado: Bate de béisbol oxidado (reforzado). Integridad ligeramente mejorada. Se estima que soporta una fuerza adicional mínima.]
Marginally? Minimal? This thing's a comedian.
The door groaned, about to give way. Kael burst out, swinging the bat in a desperate, wide arc. A skeletal, snarling infected lunged, its putrid breath hot on his face. He screamed, a raw, undignified sound torn from his throat, and connected with the creature's head.
CRACK!
The bat rang with the impact. The infected staggered, a guttural snarl ripping from its throat, but it didn't fall. It lunged again, claws extended. Kael felt a searing pain as something raked across his forearm. He stumbled, slipping on something wet and sticky on the grimy floor. He was falling. This was it.
Just as the creature was about to bite, a blur of motion, precise and brutal, slammed into its side. A figure, swift and economical, delivered a brutal kick to the infected's knee. A sickening pop echoed in the enclosed stairwell, and the creature crumpled, snarling, thrashing.
"Get back, now!" a sharp, no-nonsense voice cut through the chaos.
Kael scrambled away, heart hammering. His savior was small, clad in a faded, torn police uniform, one knee ripped open, revealing a glimpse of toned muscle. Her dark hair was pulled back, escaping in messy strands, and dirt smudged her cheek. In her hand, a tactical baton, worn but gleaming, moved with deadly efficiency.
With a final, devastating blow, she brought the baton down, a wet, final crunch ending the infected's struggles. She turned to Kael, her eyes, though weary, were sharp and assessing.
"Are you bitten?" Her voice was firm, leaving no room for argument. She gestured with her chin towards his scraped arm. "Clean that. Now. And don't just stand there like a statue. This building's compromised. We need to move."
Kael fumbled with his tattered sleeve, wiping away the blood. "N-no bite. Just a scratch. Thanks. You… you saved me."
She gave him a curt, dismissive nod, her gaze already sweeping the dimly lit hallway. "Elena. Used to be patrol. And you're too slow, whoever you are. This isn't a stroll in the park."
As Elena moved past him, heading for the next flight of stairs, the transparent panel in Kael's vision shifted, focusing on her.
[Subject: Elena (Human Female)]
[Analysis: Superior Combat Prowess, Elevated Situational Awareness, Enhanced Physical Condition.]
[Potential Signature Talent: S-Rank (Locked) – Data Insufficient/Corrupt]
[Notes: Highly effective in hostile environments. Self-reliant. Prioritizes strategic relocation and resource acquisition.]
S-Rank? Kael's mind reeled. What even is an S-rank? Is she some kind of super soldier? Or just a really good cop? He glanced at Elena, already several steps ahead, moving with an almost predatory grace. She certainly didn't look like a cartoon hero. Just a very, very capable woman who had just prevented him from becoming a particularly pathetic meal.
—Por aquí —gruñó Elena, y su voz resonó en la escalera—. No te quedes atrás. Estamos perdiendo luz del día, y ahí es cuando empeoran.
Kael se apresuró a seguirlo, con el panel como un observador silencioso y omnipresente. No tenía ni idea de qué era, ni por qué lo tenía, ni qué más podía hacer. Pero mientras agarraba el mango roto del bate, con el brazo raspado palpitando, un pensamiento sombrío y absurdo surgió. Tal vez, solo tal vez, esta extraña y fría proyección podría ayudarlo a sobrevivir. O al menos hacer que su próxima arma durara más de un golpe patético.
El mundo era una pesadilla. Pero esta extraña y transparente falla en su visión podría ser lo único que le impedía formar parte de ella.